En la actualidad, cuando abordamos el concepto de agilidad, es común enfocarnos en el ámbito de los productos digitales. Sin embargo, esta perspectiva conlleva un desafío significativo que puede convertirse en la causa fundamental de los obstáculos que afectan el flujo fluido del trabajo, el cual surge debido a que a menudo pasamos por alto un paso crucial: la identificación de los distintos flujos de valor dentro de nuestra organización, lo que cobra una importancia crucial, ya que nos proporciona la base para reorganizarnos mediante un modelo de referencia que nos capacita para visualizar la topología de los equipos de manera más clara, lo que a su vez contribuye a potenciar la mejora del time to market y promover una mayor colaboración entre los equipos.

En definitiva, la identificación y comprensión de los value streams en nuestra organización no solo resulta esencial para superar los desafíos actuales, sino que también nos brinda las herramientas necesarias para optimizar nuestros procesos y lograr una mayor agilidad en un entorno que está en constante evolución.